sobre mi

Mi práctica artística parte de la necesidad de comprender lo íntimo a través de la materia. En mis obras exploro la memoria, la pérdida y los afectos que habitan los espacios cotidianos. Me interesa cómo los objetos, las texturas y los gestos manuales pueden contener una historia emocional: un rastro de quienes fuimos y de lo que permanece.

Trabajo principalmente con la pintura y el dibujo, medios que me permiten observar con detenimiento y traducir la luz, el tiempo y la emoción del cuerpo en la superficie. Sin embargo, el tejido, el performance y la instalación son también extensiones de mi práctica; los utilizo cuando el tema exige una relación más directa con lo táctil o lo ritual. En obras como Badía o Mai, te quiero. Me da pena que te hayas ido, el tejido y el objeto familiar se convierten en vehículos de memoria, un lenguaje silencioso entre generaciones de mujeres.

Mi obra se construye desde la casa, desde el espacio doméstico como territorio de la intimidad y la ausencia. Los autorretratos, los tejidos y los fragmentos de objetos intervenidos son formas de narrar el paso del tiempo, de enfrentar el duelo y de preservar lo efímero.

Entiendo la creación como un proceso de comprensión: cada obra es una tentativa por mirar hacia adentro y hallar sentido en lo que se pierde. Aspiro a que quien se acerque a mi trabajo reconozca en él un eco de su propia memoria, una emoción contenida que, al ser mirada, se vuelve común.